Ventajas que aporta el ayuno intermitente a tu alimentación en carrera
Dos cosas han hecho mejorar mi alimentación en carrera, primera, fijarme en los PROs en esas sesiones interminables frente a la tele intentando memorizar cada una de las imágenes que nos llegan de forma anual desde Kona y, segunda, la llegada del ayuno intermitente a mi día a día.
Estas reservas de energía, como todos sabemos, no son eternas y en actividades con una duración superior a las 2 o 3h deberemos cuidar nuestra ingesta de alimentos desde practicante la primera hora de movimiento para así no sufrir bajones en nuestro rendimiento o una pájara que nos deje fuera de juego por un buen espacio de tiempo. Este necesidad de “comer” mientras salimos a entrenar es lo que nos obliga a consumir durante prácticamente toda la temporada geles, bebidas isotónicas, barritas u otros complementos de manera usual y por lo tanto, con el tiempo, ganar el entreno y la costumbre de gasto y asimilación hasta estos productos de cara a nuestros grandes objetivos.
Si amas la larga distancia o simplemente la practicas por masoquismo, sabrás que uno de los aspectos fundamentales de cada salida, bien sea entrenando o compitiendo, es la alimentación. Raro es el triatleta, nadador, ciclista, corredor o amante de las aventuras de más de 3h de duración que no te pueda contar algún episodio que incluya sensación de vacío, falta de fuerzas, pájaras o directamente vómitos e imposibilidad de seguir surtiendo al cuerpo de gasolina durante las horas venideras.
Y es que, tanto se entrena la resistencia aeróbica, la fuerza o la técnica en carrera, como la alimentación en actividades de larga duración, las cuales suelen implicar horas de hidratación e ingesta de alimentos con la única posibilidad de consumir lo que eres capaz de transportar o en el mejor de los casos de recoger en un avituallamiento, aunque esto no sea una solución real, más adelante os contaré por qué.
Partamos de la base de que os contaré mi experiencia con el triatlón de largar distancia, pero si os fijáis bien, será aplicable a casi cualquier especialidad que requiera de complementos alimenticios durante su practica, bien por su dureza, bien por su duración o bien por cualquier singularidad que así lo requiera.
Si bien en casi todas estas pruebas tu inscripción incluye completos avituallamientos líquidos y sólidos cada X kilómetros, esto no garantiza que no debas llevar tu alimentación encima. Y es que si estamos hablando de una prueba no muy larga, no pasa nada por tomar pequeñas dosis de productos que no estás acostumbrado a tomar o que no has entrenado su ingesta. Pero cuando hablamos de pruebas de más de 3h de duración, la cantidad de liquido y sólido a ingerir nunca será buena idea tomarla a la ligera, por lo que ni siquiera unos buenos avituallamientos en carrera nos librarán de transportar y consumir esa marca o esos productos que sí hemos testado/entrenado y que estamos seguro que nos aportan lo que necesitamos de una forma segura y asimilable por nuestro organismo. Es por esto que muchos atletas, por ejemplo, en maratón o IRONMAN, cargan con sus fuentes de energía encima las 3, 6 o 12 horas que durará su prueba.
Es por esto que facilita mucho la tarea llevar diluido en bidones todo lo que tienes pensado tomar durante un periodo X de tiempo, por poner un ejemplo, de cara a una salida larga de bici se puede llevar hidratación y alimento suficiente para algo más de 3h continuas de esfuerzo en tan solo un bidón de 750ml. ¿Cómo? Muy fácil. En una base líquida, por ejemplo 500ml de bebida isotónica disolveremos entre 4 y 6 geles, mezclando con y sin cafeína a gusto del consumidor, y añadiéndole 3 o 4 cápsulas de sales (abriendo estas y depositando tan solo las sales en si). Todo bien mezclado nos quedará una bebida un poco más espesa que el isotónico solo pero con posibilidad de beberla desde nuestro bidón sin problema alguno. Cómo podrás ver, haciendo cálculos rápidos y adaptables a cada atleta, con dos bidones de 750ml podrás llevar desde casa toda la suplementación necesaria para cubrir con garantías el sector de ciclismo de un IRONMAN, complementando esto con el agua “limpia” que nos facilitaran desde los puntos de avituallamiento de la carrera y con la cual nos refrescaremos o reforzaremos nuestra hidratación durante toda la prueba.
El segundo punto que ha hecho mejorar mi alimentación en carrera ha sido incluir el ayuno intermitente en mi día a día, en parte por el ayuno en sí y las mejoras que este trae a tu salud estomacal/intestinal y en parte por que el mismo ayuno me ha hecho ser mas consciente de la necesidad de alimentarme bien durante las actividades deportivas largas y esto ha conllevado acostumbrar al cuerpo a comer suplementos variados durante toda la temporada y no sólo en competición. Resultado: facilidad de ingesta y mejor asimilación de geles, bebidas y sales durante largos periodos de actividad deportiva.
Eso de las mejoras a nivel estomacal, intestinal y todos los datos técnicos/científicos os dejo que los descubráis en el libro que os presenté en la anterior entrada de este mismo blog: “El Ayuno Intermitente” de Carlos Pérez y Néstor Sánchez.
Y es que, tanto se entrena la resistencia aeróbica, la fuerza o la técnica en carrera, como la alimentación en actividades de larga duración, las cuales suelen implicar horas de hidratación e ingesta de alimentos con la única posibilidad de consumir lo que eres capaz de transportar o en el mejor de los casos de recoger en un avituallamiento, aunque esto no sea una solución real, más adelante os contaré por qué.
Tanto se entrena la resistencia aeróbica, la fuerza o la técnica en carrera, como la alimentación en actividades de larga duración.Para mi, después de muchos años con problemas intermitentes de estomago en pruebas IRONMAN en las cuales llegaba a vomitar lo ingerido o directamente se me cerraba el estómago y ni para dentro ni para fuera, lo que te acaba dejando vacío de fuerzas más pronto que tarde, encontré la solución con dos fáciles pautas: encontrar una marca de suplementos deportivos la cual tuviera productos que me sentarán bien y que además me fueran agradables al paladar, y además, entrenar la alimentación en mis salidas semanales, casi cual competición, durante todo el año.
Partamos de la base de que os contaré mi experiencia con el triatlón de largar distancia, pero si os fijáis bien, será aplicable a casi cualquier especialidad que requiera de complementos alimenticios durante su practica, bien por su dureza, bien por su duración o bien por cualquier singularidad que así lo requiera.
Si bien en casi todas estas pruebas tu inscripción incluye completos avituallamientos líquidos y sólidos cada X kilómetros, esto no garantiza que no debas llevar tu alimentación encima. Y es que si estamos hablando de una prueba no muy larga, no pasa nada por tomar pequeñas dosis de productos que no estás acostumbrado a tomar o que no has entrenado su ingesta. Pero cuando hablamos de pruebas de más de 3h de duración, la cantidad de liquido y sólido a ingerir nunca será buena idea tomarla a la ligera, por lo que ni siquiera unos buenos avituallamientos en carrera nos librarán de transportar y consumir esa marca o esos productos que sí hemos testado/entrenado y que estamos seguro que nos aportan lo que necesitamos de una forma segura y asimilable por nuestro organismo. Es por esto que muchos atletas, por ejemplo, en maratón o IRONMAN, cargan con sus fuentes de energía encima las 3, 6 o 12 horas que durará su prueba.
Ni siquiera unos buenos avituallamientos en carrera nos librarán de transportar esos productos que estamos seguro que nos aportan lo que necesitamos de una forma segura y asimilable por nuestro organismo.El primer truco que aprendí viendo a los que entienden de esto disputar las grandes citas mundiales, fue que rara vez consumían alimentos sólidos y que sus avituallamientos se limitaban a reponer o recargar sus bidones líquidos. Con algo de búsqueda y lectura no es difícil encontrar referencias a las bondades de facilitar al estómago la asimilación de estos aportes, y un punto fundamental, es evitar a nuestro organismo el máximo trabajo extra posible a la hora de disolver y absorber estos alimentos/nutrientes. ¿Qué quiere decir esto? Que para nuestro estómago es más fácil diluir y “trabajar” con un gel que con una barrita, y esto a la larga supondrá menos gasto digestivo, tráfico interno más rápido (ingesta y procesamiento a nivel estomacal e intestinal) y menos posibilidades de empachos o saturaciones en lo que a nuestras recargas de energía se refiere, durante nuestras actividades de larga duración.
Es por esto que facilita mucho la tarea llevar diluido en bidones todo lo que tienes pensado tomar durante un periodo X de tiempo, por poner un ejemplo, de cara a una salida larga de bici se puede llevar hidratación y alimento suficiente para algo más de 3h continuas de esfuerzo en tan solo un bidón de 750ml. ¿Cómo? Muy fácil. En una base líquida, por ejemplo 500ml de bebida isotónica disolveremos entre 4 y 6 geles, mezclando con y sin cafeína a gusto del consumidor, y añadiéndole 3 o 4 cápsulas de sales (abriendo estas y depositando tan solo las sales en si). Todo bien mezclado nos quedará una bebida un poco más espesa que el isotónico solo pero con posibilidad de beberla desde nuestro bidón sin problema alguno. Cómo podrás ver, haciendo cálculos rápidos y adaptables a cada atleta, con dos bidones de 750ml podrás llevar desde casa toda la suplementación necesaria para cubrir con garantías el sector de ciclismo de un IRONMAN, complementando esto con el agua “limpia” que nos facilitaran desde los puntos de avituallamiento de la carrera y con la cual nos refrescaremos o reforzaremos nuestra hidratación durante toda la prueba.
Eso de las mejoras a nivel estomacal, intestinal y todos los datos técnicos/científicos os dejo que los descubráis en el libro que os presenté en la anterior entrada de este mismo blog: “El Ayuno Intermitente” de Carlos Pérez y Néstor Sánchez.
Haciendo cálculos rápidos, con dos bidones podrás llevar desde casa toda la suplementación necesaria para cubrir con garantías el sector de ciclismo de un IRONMAN.De lo que si os puedo yo dar detalles es de las mejoras a nivel de asimilación que se consiguen entrenando la alimentación suplementaria a lo largo de toda la temporada. Y es que practicar el ayuno intermitente, al menos en la opción elegida por mí, 16h de cena a almuerzo, supone afrontar muchos entrenos de larga duración justo en las horas finales de esta franja de horas en la que no ingerimos nada sólido. Lejos de privarnos de energía a la hora de salir a entrenar o competir, personalmente la sensación es toda la contraría, plena atención en la actividad que estamos haciendo, ligereza en los movimientos y cero distracciones para el cuerpo afrontando procesos digestivos tras copiosos desayunos, cuando realmente lo que estamos demandando es sangre y potencia en nuestras extremidades.
Estas reservas de energía, como todos sabemos, no son eternas y en actividades con una duración superior a las 2 o 3h deberemos cuidar nuestra ingesta de alimentos desde practicante la primera hora de movimiento para así no sufrir bajones en nuestro rendimiento o una pájara que nos deje fuera de juego por un buen espacio de tiempo. Este necesidad de “comer” mientras salimos a entrenar es lo que nos obliga a consumir durante prácticamente toda la temporada geles, bebidas isotónicas, barritas u otros complementos de manera usual y por lo tanto, con el tiempo, ganar el entreno y la costumbre de gasto y asimilación hasta estos productos de cara a nuestros grandes objetivos.
¡Bye bye “vomiteras”!