Rodillo Vs Smart Bike
¿Me compraría un rodillo para entrenar en casa? Definitivamente sí, de hecho ya he tenido varios, pero creo que este tema cada uno lo tiene claro. ¿Le sacarás provecho? ¿Merece la pena? ¿No son muy caros para lo que aportan?
Sí te gusta la bici, y no hablo de forma casual, sino de que te gusta salir, entrenar y mejorar, tú mismo te verás sacando tiempo para no limitarte a salir los fines de semana, si eres de estos y tienes espacio en casa, entonces, sí, merece la pena comprar un rodillo.
Se gana tiempo, pero sobre todo se garantizan las opciones de rodar, con un rodillo prácticamente no hay excusas.
Y es que si con la bici menos de un par de horas no da mas que para prepararte, salir de la ciudad y volver, con un rodillo, a penas una hora es un mundo. Tendrás garantizado en 15 minutos estar empezando un rato de soltar piernas o una serie de intervalos que en 45 minutos habrán sumado un entreno de calidad ¡seguro!.
Pero hoy vengo a ordenar algunas ideas que me llevan rondando la cabeza algunos días, y es que tras desprenderme de mi anterior rodillo y un poco mas tarde de la smart bike que lo sustituyó, se acerca el tiempo de recuperar uno de los dos y creo, bajo la experiencia que me da el haber sido propietario de ambas soluciones en distintas etapas de mi vida, que la decisión entre ambas no es tan difícil.
Si bien el rodillo es una solución más atractiva, la decisión de darlo como ganador viene marcada por otras variables.Para mí, si bien el rodillo de primeras es una solución más atractiva por precio/opciones/espacio, la decisión de darlo como ganador de la comparativa viene marcada por otras variables que no lo favorecen tanto. Entendamos que el rodillo, en mi caso seguro que sería de transmisión directa, implica dejar montada una bici semi-permanente, o quitar rueda e instalar bici para cada sesión. Esto que parece no llevar mucho tiempo, puede ser un acto/excusa que finalmente los días con menos tiempos, esos días para los que se pensó tener un rodillo, acaben como descartados para sumar. Por su parte una smart bike, aún siendo casi el doble de cara, aparentar no parecerse a nuestras bicis de ruta/triatlón/bici de montaña/gravel, y necesitar un espacio fijo incondicional, siempre estará lista para saltar en ella y empezar a entrenar, sin montar, sin desmontar y sin casi tiempo perdido desde la decisión hasta la culminación de la intención, entrenar.
Por lo tanto mi conclusión es clara, si ese rodillo va a ser usado por una sola persona, esta persona tiene dos bicis, que las usa según el momento de la temporada, por ejemplo triatlón/carretera o carretera/gravel, o tiene las salidas polarizadas, entre semana rodillo y fines de semana calle, y finalmente puedes o tienes sitio para dejar montado el rodillo y el entorno de entreno; en este caso tu elección es fácil: rodillo. Ahorrarás dinero, quizá espacio y ganarás el entrenar encima de una bici real, otra cosa sería ver como de beneficioso es ese uso para esa bici…
Si el rodillo va a ser usado asiduamente por más de una persona, la smart bike es la solución perfecta.Pero si por el contrario, solo tienes una bici y además tus salidas no están “polarizadas” o, para mí la clave de todo esto, el rodillo va a ser usado asiduamente por más de una persona, en este caso, la smart bike es la solución perfecta. No te ocupará mucho más espacio que un rodillo, de hecho el mismo una vez montados ambos, tendrás siempre el entorno listo para entrenar y las bicis listas para salir y lo más importante, reducirás a cero el tiempo de preparación de montar/desmontar bicis, en este supuesto multiplicado por el número de personas que lo usen, el cual, repito, por mi experiencia, es lo que más te puede condicionar en el momento de usarlo y de aprovechar esos días de poco tiempo, que al final son casi todos los de una persona mortal, mortal y no profesional.