Snow Running Sierra Nevada

Este pasado Sábado corrí por primera vez una carrera sobre nieve, sí como estás leyendo, una especie de "trail" pero enterito sobre caminos nevados, nevados y con escasos metros llanos, todo subida o todo bajada.

Fue la Snow Running Sierra Nevada y este año fue la prueba elegida para ser la edición 2022 de los Campeonatos del Mundo SkyRunning.

Me ha encantado la experiencia y dentro de lo dura que es, y más que podría haber sido si la meteorología no nos hubiera respetado, creo que es una de esas pruebas que llega a tu calendario para quedarse, lo primero por lo divertida y diferente que es y lo segundo por que muchas veces no sabemos valorar la exclusividad y el privilegio que supone tener pruebas como esta en casa.

Lejos de lo que puede parecer, el equipo necesario para correrla no es ninguna locura, a decir verdad sólo necesité comprar unas "pequeñas cadenas para zapatillas", el resto, nada que no te pusieras un día de montaña con algo de frio, aderezado con lo típico en un "trail" de media distancia.

Lejos de lo que puede parecer, el equipo necesario para correrla no es ninguna locura.

Subimos a entrenar un par de semanas antes de la carrera a Sierra Nevada, por aquello de probar el material y las condiciones. La experiencia ya me gustó, pero el día de la carrera había que sumarle el ambiente, ese gusanillo de colgarte un dorsal y las expectativas de ver anochecer y descender en plena noche tras el pistoletazo de salida.

Una nota muy alta para la organización, buena bolsa del corredor con varios detalles, a destacar un gorro y un tubular para el cuello (diseño marca de la casa), ambientazo en la salida, un recorrido precioso a la par que duro, bien balizado, avituallamientos completos a manos de la gente de HSN, también locales, y un post meta a la altura de todo lo demás. Detalle finisher en forma de taza con mosquetón como asa que ha pasado a ser la taza favorita de mi hijo Andrés.

Los primeros kilómetros creo que son los que marcan el tiempo final en esta carrera, 3km en constante ascenso, muy vertical y literalmente por las duras palas de las pistas de esquí, seguido por apenas uno llano donde soltar las piernas y volver a subir otros 2km a más altitud, cerca de los 3.000m, y con la misma dificultad en cuanto a desnivel. 


Me encontré bien, fuerte de piernas, y en cuanto coges el ritmo, estabilizas pulsaciones y te adaptas un poquito al oxígeno a esas alturas, solo tienes que apretar los dientes y repetir un movimiento muy parecido al que haces al subir escaleras. Mantuve el ritmo del grupito en el que iba, e incluso en algunos momentos pasaba gente, eso sí, siempre que podia, o mejor dicho, la pendiente lo permitía, soltaba a correr aunque fuera suave, esa sensación de apretar un pelín y a la vez soltar piernas era fabulosa.
Disfrutar de las espectaculares vistas de toda la urbanización iluminada al fondo de un río de lucecitas blancas y rojas formado por los frontales del resto de participantes.
Mi parte favorita fue la bajada, muy rápida y muy divertida. Las lluvias de esa misma mañana y las temperaturas altas de los últimos días, habían dejado una nieve blanda en la que fácilmente te hundías pero a la vez hacía la caída mullida, aquí confirmé el buen hacer de las sesiones de pesas, pude disfrutar muchísimo, apretar todo lo que podía intentando no caer de boca en cualquier zancada e incluso en algún momento levantar la mirada y disfrutar de las espectaculares vistas de toda la urbanización iluminada al fondo de un río de lucecitas blancas y rojas formado por los frontales del resto de participantes.

Al final 1h52min de disfrute para 12,3km y un ascenso total cercano a los 1.000m positivos.

Estoy seguro que el año que viene volveré, intentando apretar en esos primeros 6km para volver a disfrutar de la frenética bajada e intentar superarme a mí mismo, al fin y al cabo, de eso va todo esto ¿no?

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