¿Qué le pasa a Nike y sus zapatillas de entrenamiento?

Hoy he devuelto a Nike mis segundas zapatillas de entrenamiento de su marca, segundas que cuento como desencanto en los últimos meses. Y es que por alguna razón a día de hoy dentro de mi rotación diaria de zapas, Nike está polarizada, son mis mejores zapas con placa de carbono para competir y a la vez mis peores zapatillas para diario con diferencia.

Venia de unas Vomero en su versión 15 las cuales pasaron por mis pies sin pena ni gloria. Con unas sensaciones muy planas de principio a fin de su vida útil, fueron un calzado que ni me sorprendió al usarlo el primer día ni me decepcionó en su desgaste, pero que en ningún punto me trasmitieron una comodidad o rendimiento que me hiciese pensar en su renovación. Han sido unas zapatillas que por estética, old school, siguen en mi armario para paseos, precompeticiones o viajes de turismo, pero que en mis pies nunca fueron anda diferente. 

Nike está polarizada, son mis mejores zapas con placa de carbono para competir y a la vez mis peores zapatillas para diario.

Zapatilla bastante dura, estable pero rígida, muy protegida y sobre dimensionada en un upper que no ha mostrado un gran desgaste pero que fue perdiendo comodidad y rebote y acabó incluso haciendo que corriera con algunas molestias por desgaste en su espuma. Cierto es que llevaron bien mi alto peso como corredor, el combinar algunos caminos de tierra fácil pero que me dejaron con la sensación de que cualquier zapatilla de la competencia me hubiera aportado lo mismo por bastante menos dinero, y eso que las pillé con una buena rebaja típica de su web.

La segunda zapatilla y la culpable de que escriba este post, pida a Nike su devolución en garantía con apenas 250km y descarte la marca de la pipa para futuras compras en mi rota diaria, han sido unas Nike Invincible en su segunda versión.

Esta zapatilla al contrario de su predecesora, si que aportó sensaciones frescas y distintas en sus comienzos, pasamos de la espuma React a la Zoom y eso debería notarse. Una amortiguación de película, sumada a una comodidad de cama acolchada, invitaban a ser mis preferidas en cada rodaje fácil de mis entrenos. Es cierto que no eran pesadas, pero si muy muy voluminosas, rara era la sesión que no te rozaba una con otra, zancada tras zancada, varias veces antes de parar el crono.

Pero lo peor ha sido sin duda alguna su degradación, como ya digo con apenas 200km, las arrugas permanentes en la media suela Zoom eran muy apreciables.

Pero lo peor ha sido sin duda alguna su degradación, como ya digo con apenas 200km, las arrugas permanentes en la media suela Zoom eran muy apreciables. Esto dio paso a grietas en la unión entre upper y zona delantera de la suela, grietas que iban a más que en el momento de devolverlas daba lugar hasta que pequeñas piedras quedaran atascadas en esa zona, si te saltaba algo de graba, y tuvieras que parar a quitarlas, la zona despegada era de al menos tres dedos a cada lado del pie.

Todo esto se unió a la falta de sensaciones, es decir, pasó en menos de 50km de ser una zapatilla amortiguada y cómoda a ser una piedra atada a tu pie. No debo de haber sido el único, el tramite ha sido fácil, un chat en la web oficial, algunas fotos y un poco de contexto del momento de kilometraje y uso en el que estaban las zapatillas y sin problemas devolución admitida. 

Eso sí, ese modelo ya no se comercializa, me devuelven el dinero, dinero que habiendo pasado algo menos de un año desde su compra no me dará para reponerlas, las nuevas versiones y en general las zapatillas de running ya no valen lo mismo que hace 11 meses.

Nike te seguiré amando en mis días de series, serás, por ahora, mi par de placa de carbono con el que afrontar cada competición, pero para el resto de días, siento decirte, que ha llegado el momento de probar a la competencia. Si eres corredor y me estás leyendo, ¿cuales me recomendarías? Os leo, gracias.